Cataluña, con olor y sabor

Viñas, olivos y el mar, tres ingredientes que aportan color y sabor

Vino, aceite y productos de mar, forman parte del paisaje y alegran el paladar. En Cataluña hay una docena de denominaciones de origen; descubriremos cuatro de ellas y conocerás porqué del Priorat salen uno de los vinos más apreciados del planeta. Te llevaremos a degustar el que dicen es el mejor aceite del mundo, el de la aceituna arbequina y terminaremos en el Delta del Ebro, un territorio de horizontes infinitos con numerosos espacios protegidos. Allí se cultiva arroz y se producen mariscos que unidos a las capturas que llegan a diario con las flotas pesqueras, son la amalgama perfecta para una cocina peculiar.

Si algo caracteriza una parte de la geografía catalana son los viñedos y los olivos que, combinados con el azul del Mediterráneo, ofrecen los ingredientes visuales y gustativos que cualquier viajero quisiera vivir como experiencia única.

Vilafranca del Penedès es capital de comarca y de la D.O. Penedès, la más extensa de Cataluña. En Vilafranca, el vino es una experiencia que hay que vivir.  Los castellers, que levantan torres humanas de hasta diez pisos, figuran actualmente en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Durante la primavera y el verano proliferan este tipo de celebraciones en plazas de las poblaciones tarraconenses. Asistir a una diada es realmente emocionante y más si te incorporas a la piña que sustenta la torre humana. Si Vilafranca es la capital del vino, Sant Sadurní d’Anoia lo es del cava. La población y los alrededores concentran una buena parte de las bodegas productoras de cava de Catalu
Esta ruta nos llevará a descubrir el sur de Cataluña, una zona que se caracteriza por la combinación perfecta de viñedos que armonizan un paisaje en el que destacan poblaciones amuralladas como Montblanc y monasterios que, en el caso de Poblet, es el mayor habitado de la orden del Cister en toda Europa. Escuchar a la comunidad entonando el gregoriano en la grandiosidad de un templo gótico o ver las estrellas del nítido cielo de Poblet, son experiencias irrepetibles, lo mismo que enfundarse el neopreno y penetrar en la Cova de la Font Major en l’Espluga de Francolí, en busca de un barro reparador.

Pero estamos en tierra de vinos y aceites para lo cual debemos preparar nuestro paladar ya que cruzaremos cuatro D.O de vino y tres de aceite. Quedarnos con el paisaje sería muy simple. Lo recomendable es visitar algunas bodegas que las hay de concepción moderna como Vilarnau, Torelló y Juvé & Camps, por citar sólo algunas y verdaderas catedrales modernistas como las que alojan las cavas de Codorniu o las cooperativas de Gandesa y Pinell de Brai en la Terra Alta, el paisaje que enamoró un joven Picasso.

Para vivir experiencias únicas hay que enfundarse el mono de trabajo y participar en la vendimia o en una cata a ciegas. El premio es una botella de vino de calidad.

En las tierras de la Senia y Ulldecona en particular, se encuentra la mayor concentración de olivos milenarios de Europa. Cuentan que fueron traídos por los romanos y hay uno en particular que tiene 1700 años de antigüedad. Si el aceite es de una calidad excepcional, más interesante puede ser abrazarse a su tronco retorcido por la energía que transmite, aunque para ello hagan falta varias personas.
Finalmente el Delta del Ebro nos proporcionará un paisaje totalmente distinto. Horizontes infinitos donde se pierde nuestra vista y campos enmarcados donde crece el arroz, una combinación perfecta entre el aprovechamiento humano y el espacio protegido en el que anidan cientos de aves acuáticas. La gastronomía de la región aporta recetas originales como la anguila ahumada, el arrossejat y también buenos mariscos como los langostinos de Sant Carles de la Ràpita. Una experiencia única es acercarse hasta una batea y consumir las ostras recién sacadas del mar acompañadas de una copa de cava. ¡Es lo último!.

Sugerencias para disfrutar de la ruta

Acércate a alguna fiesta donde se levanten castells, estas torres humanas calificadas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y sentirás la emoción del público que se agolpa en la plaza cuando la anxaneta corona la torre.

Hay que vivir la emoción del vino o visitando una bodega centenaria, o pisando la uva en la vendimia o asistiendo a un concierto entre viñas con el cielo estrellado como techo.

El monasterio de Poblet es de obligada la visita y más si podemos escuchar a la comunidad cisterciense entonando el gregoriano. Si nos apetece conocer como es la vida de los monjes, en el de Santes Creus hay interesante montaje que se prolonga por todas las dependencias.

El Priorat está propuesto como Patrimonio de la Humanidad en su vertiente de paisaje cultural. No sólo los vinos que allí se producen sino los cultivos en terrazas sorprenden al viajero.

Sube hasta el Mont Caro en el macizo de Els Ports. Una revirada carretera te llevará hasta allí para visualizar la mejor vista del Delta del Ebro. Seguro que podrás fotografiar las cabras monteses que se pasean por allí.
Vive el Delta del Ebro en alguna de sus facetas. Observando aves acuáticas en las lagunas protegidas, bañándote en sus playas solitarias o probando su peculiar gastronomía.

Carné de ruta

En avión
Aeropuerto internacional de Barcelona – El Prat (a 50 km de Vilafranca del Penedès).
En coche
Madrid y Bilbao distan aproximadamente 560 km de Vilafranca del Penedès vía Zaragoza y Lleida. Sevilla-Vilafranca del Penedès: 960 km por Manzanares y Valencia. Desde La Coruña son 1.030 km vía Burgos, Zaragoza y Lleida

Mejor Época

Cualquiera época es buena para disfrutar de esta ruta.

My Way te ofrece la mejor sugerencia de rutas para descubrir en coche los lugares más bellos de España y Europa. Elige y reserva tu ruta con Alojamientos incluido y Guía de Viaje detallada día a día.
Exclusivo por ser Socio del RACVN, introduzca el Código RACVN14 al hacer su reserva y obtendrá un descuento del 6%.

 

Textos cedidos por My Way Rutas en coche.